Ministering to Your Pastor

From Gospel Translations

Revision as of 23:15, 30 April 2009

The Bible Friend (Vol. 75, No. 8), Minneapolis, MN

Empezamos con un pasaje de Escritura de Romanos  1:8-12.  Pablo les dice a la iglesia:

Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.  Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones, rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de dios, un prósperoviaje para ir a vosotros.  Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seaís confirmados; esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.

Quiero hablar de nuestra responsibilidad de ministrar a nuestro pastor.  Hemos escuchado muchas veses que todos Cristianos son ministros, de acuerdo con Efesios 4:12.  Estresamos en las clases de la Escuela Dominical  la necesidad para orar por cada uno de nosotros y animarnos en la fe, pero pienso que a veses nos olvidamos que nuestro pastor en parte de nosotros.  Entonces quiero recordarte porque necesitamos ministrar a nuestro pastor, como podemos hacerlo mejor, y que podemos esperar como resultas.

Primeramente, ¿porque debemos de ministrar a nuestro pastor? El razon es que el es humano y creyente como nostros.  Como un hombre, el es sensible a los tentaciónes asi como nosotros.  Fe no es automático solo porque el es el pastor.  No es mas facíl por el para ser una persona cariñoso, optimista mas que nosotros.  Sus recursos en la batalla de fe no son mejores que nosotros.  El es parte de nosotros.

Mas que eso, los preocupaciónes especial de su llamada exige nuestro ministerio de fielidad hacia a el; por ejemplo, el preocupación administrativa de ver que cienes de detalles son completados.  Ni nos damos cuenta de muchas cosas.  Despues esta el llamado de escuchar y predicar el mensaje de Dios semana tras semana.  Ni piensas que estas mensajes son faciles por el pastor.  Sí la mayoria son bíblico , requieren mucho trabajo.  Muchas lagrímas son derramado sobre el estudio de los sermones del pastor que no vienen facilmente.  Sí nosotros sentimos secos espiritualmente quizás no nos vamos a la iglesia or nos vamos para renovarnos, pero ¿adonde puede ir el pastor?

Despúes hay la preocupación de querer que su iglesia actuan mas como Jesús y de ser el luz del mundo. Pablo dijo a los gálatas (4:19), "¡por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros!" No hay otra pesadilla mas en el corazon del pastor que se compara cuando su iglesia no crese en fe, amor o rectitud.

Ustedes pueden hacer listas del los pressiónes del pastor, pero ahora consideramos como podemos ministrar a nuestro pastor.

Lo mejor manera para cargar los preocupaciónes de nuestro pastor es de ser unCristiano.  Pablo dice en Filipenses 2:2-3, "Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.  Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo."  En otra palabras, nada podra refresar nuestro pastor como un congregación que es humilde, amable, y como Cristo.  Pablo dijo a la iglesia Romano, "Porque deseo veros … para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros" (1:11-12).  Nuestra fe es un animo grande para nuestro pastor.  Entonces hacemos una iglesia de creyentes.

Aun así, tengo tres sugerencias que podemos hacer para ayudar a nuestro pastor y aumentar los frutos de su ministerio.

1. Oramos por el diario. Escribalo asi no te lo olvides. Y no solo digas, "Señor bendice al pastor.” sea especifico. Ora por su sanidad, su mensaje, su visitación, su errores y debilidades.  Put yourself in his place and try to feel with him as you pray.
2. Second, go out of your way to say some gracious words of encouragement. Write him a note on the registration card, send a letter now and then to his home; call him up on the phone. Get him alone sometime, look him right in the face, and say, "I appreciate your work, pastor, and I am praying for you every day." Don't be satisfied with platitudes at the door after Sunday services.
3. Third, admonish him in a spirit of forgiveness. I have never talked to anyone in my life who is completely satisfied with his pastor. There is a very simple reason: All men are imperfect. Some people never seem to learn this. and they hop from church to church in search of the flawless pastor. That's hopeless. It is far better to find a church where you feel at home and to consider it your life­long responsibility to help the pastor grow. Everyone would like to change something about his pastor, but how many of us have devoted ourselves to earnest prayer about that thing? And how many have sat down with him and with a humble, forgiving spirit admonished him to change? If we love him we will do it ... and he is not all that scary to talk to.

Those are just some of the ways to minister to your pastor. You think of others.

The final question I raised was, what can we hope for as a result of our ministry? In short, we can hope for a refreshed, hopeful, in­vigorated pastor. Thus our ministry to him will come back to us like a boomerang and will create a refreshed, hopeful, and invigorated people. Then the world will know that Christ is real and is at work among us.