Why Small Groups?/Why Small Groups?/es
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- | Si en algún momento usted ha leído cualquiera de los cuentos de detectives de Sir Arthur Conan Doyle, usted sabe que Sherlock Holmes a menudo reprimenda al Dr. Watson por su descuido. Pero Watson no era un tonto. Como es el caso conmigo, y probablemente usted, a él simplemente le hicieron falta esos dones marcados de Holmes de observación y deducción. Él podía ver las mismitas situaciones que Holmes sin notar los detalles importantes. Como dijo Holmes, Watson veía…pero no observaba. | + | “!Exactamente! No has observado. Sin embargo has visto. Es ese precisamente mi punto. Ahora, yo se que hay diecisiete escalones porque yo he visto y observado.”1 |
- | Por cierto – si yo estuviera en el lugar de Watson, tal vez le hubiera respondido al detective famoso un poco diferente. Por lo menos hubiera sido tentado en responder, “¿Cuántos escalones? ¡A quien le importa! Nada más solucione el caso compadre.” | + | |
- | Le importaba a Sherlock Holmes. La observación era una herramienta esencial en su carrera. Es esencial para nosotros también al examinar el tema de los grupos pequeños. Lo que pasa es que muchos de nosotros vemos los grupos pequeños como Watson veía los escalones. Vemos pero no observamos. Asistimos al grupo sin entender su propósito. No entendemos por qué existe nuestro grupo pequeño. | + | Si en algún momento usted ha leído cualquiera de los cuentos de detectives de Sir Arthur Conan Doyle, usted sabe que Sherlock Holmes a menudo reprimenda al Dr. Watson por su descuido. Pero Watson no era un tonto. Como es el caso conmigo, y probablemente usted, a él simplemente le hicieron falta esos dones marcados de Holmes de observación y deducción. Él podía ver las mismitas situaciones que Holmes sin notar los detalles importantes. Como dijo Holmes, Watson veía…pero no observaba. |
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+ | Por cierto – si yo estuviera en el lugar de Watson, tal vez le hubiera respondido al detective famoso un poco diferente. Por lo menos hubiera sido tentado en responder, “¿Cuántos escalones? ¡A quien le importa! Nada más solucione el caso compadre.” | ||
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+ | Le importaba a Sherlock Holmes. La observación era una herramienta esencial en su carrera. Es esencial para nosotros también al examinar el tema de los grupos pequeños. Lo que pasa es que muchos de nosotros vemos los grupos pequeños como Watson veía los escalones. Vemos pero no observamos. Asistimos al grupo sin entender su propósito. No entendemos por qué existe nuestro grupo pequeño. | ||
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+ | Y si no sabemos el propósito de Dios por nuestros grupos pequeños, nunca lo vamos a lograr. |
Revision as of 18:34, 11 March 2009
“Vez, pero no observas,” dice Sherlock Colmes a su fiel amigo el Dr. Watson. “La distinción es clara. Por ejemplo, usted frecuentemente ha visto los escalones que suben del pasillo a este cuarto.”
“Frecuentemente.”
“¿Qué tan frecuentemente?”
“Pues, unos ciento y tantos veces.”
“Entonces, ¿cuantos hay?”
"¿Cuántos? No se.”
“!Exactamente! No has observado. Sin embargo has visto. Es ese precisamente mi punto. Ahora, yo se que hay diecisiete escalones porque yo he visto y observado.”1
Si en algún momento usted ha leído cualquiera de los cuentos de detectives de Sir Arthur Conan Doyle, usted sabe que Sherlock Holmes a menudo reprimenda al Dr. Watson por su descuido. Pero Watson no era un tonto. Como es el caso conmigo, y probablemente usted, a él simplemente le hicieron falta esos dones marcados de Holmes de observación y deducción. Él podía ver las mismitas situaciones que Holmes sin notar los detalles importantes. Como dijo Holmes, Watson veía…pero no observaba.
Por cierto – si yo estuviera en el lugar de Watson, tal vez le hubiera respondido al detective famoso un poco diferente. Por lo menos hubiera sido tentado en responder, “¿Cuántos escalones? ¡A quien le importa! Nada más solucione el caso compadre.”
Le importaba a Sherlock Holmes. La observación era una herramienta esencial en su carrera. Es esencial para nosotros también al examinar el tema de los grupos pequeños. Lo que pasa es que muchos de nosotros vemos los grupos pequeños como Watson veía los escalones. Vemos pero no observamos. Asistimos al grupo sin entender su propósito. No entendemos por qué existe nuestro grupo pequeño.
Y si no sabemos el propósito de Dios por nuestros grupos pequeños, nunca lo vamos a lograr.