Nine Marks of a Healthy Church/Biblical Theology/es
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TEOLOGÍA BÍBLICA
I. Doctrina Sana
II. Unidad, Diversidad y Amor
III. Como Lidiar con Doctrinas Complejas y Controversiales
IV. La Resistencia a la Soberanía de Dios
V. Los Líderes Deben Aceptar la Soberanía de Dios
VI. Preguntas para Reflexionar
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TEOLOGÍA BÍBLICA
La predicación expositiva es importante para la salud de una iglesia.
A pesar de que hay buenos métodos, existe la posibilidad de abusar de ellos,
por lo que deben ser sometidos a prueba. El interés en nuestras iglesias no debe
ser solamente en cómo somos enseñados sino también con qué somos enseñados.
Debemos apreciar la sana doctrina, particularmente en nuestro entendimiento del
Dios de la Biblia y Sus caminos con nosotros.
“Sana” es un término antiguo. En las epístolas pastorales de Pablo a Timoteo y Tito,
“sana” significa digna de confianza, exacta o fiel. La raíz de esta palabra es una imagen
del mundo de la medicina, la cual da una connotación de plenitud o saludable. Leemos en
I Timoteo 1 que la sana doctrina está formada por el evangelio el cual se opone a la
mundanalidad y el pecado. Aún está más claro en I Timoteo 6:3, donde Pablo contrasta
las “falsas doctrinas” con “la sana instrucción de nuestro Señor Jesucristo y... de la
doctrina que se ciñe a la verdadera religión.” De manera que en su segunda carta a Timoteo,
Pablo lo exhorta de esta manera, “sigue el ejemplo de la sana doctrina que de mí aprendiste”
(II Tim. 1:13). Pablo previene a Timoteo “porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la
sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les
digan las novelerías que quieren oír” (II Tim. 4:3).
Cuando Pablo escribió a otro pastor joven, llamado Tito, le transmitió una preocupación
similar. Pablo le aclaró a Tito que cualquiera que anhelara obispado “debe apegarse
a la palabra fiel, según la enseñanza que recibió, de modo que también pueda exhortar
a otros con la sana doctrina y refutar a los que se opongan” (Tito 1:9). Pablo insta a Tito
a reprender a los falsos maestros “a fin de que sean sanos en la fe” (Tito 1:13). Pablo en
comienda a Tito diciéndole “Tú, en cambio, predica de acuerdo con la sana doctrina” (Tito 2:1).
Si tuviéramos que presentar todo aquello que constituye la sana enseñanza tendríamos
que reproducir toda la Biblia. Pero en la práctica, cada iglesia decide los aspectos
en los cuales necesita estar en completo acuerdo, en los que pueden estar parcialmente
de acuerdo y aquellos en donde existe completa libertad.
En la iglesia donde sirvo, en Washington, DC, es necesario que cada persona que se
convierte en miembro de ella crea que la salvación es solamente a través de la obra
de Jesucristo . También confesamos el mismo entendimiento (o muy similar) en lo referente
al bautismo del creyente y la forma de gobierno, y reglamentos de la iglesia. El que se tenga
uniformidad en estos puntos no es esencial para la salvación, pero el estar de acuerdo con ellos
ayuda de manera práctica y saludable a la vida de la iglesia.
Podemos permitir desacuerdos sobre aquellas cosas que no son necesarias para la salvación
ni la vida práctica de la iglesia. Veamos, por ejemplo, que aunque todos estamos de acuerdo en
la Segunda Venida de Cristo, no nos sorprende que exista un desacuerdo entre nosotros en cuanto al
tiempo de Su venida. Podemos disfrutar completa libertad en aquellos aspectos que aún no están muy
claros o que no son críticos como por ejemplo lo justo de la resistencia armada, o quien es el
autor del libro de Hebreos.
En cuanto a estos aspectos, debe quedar claro el siguiente principio: Entre más nos acerquemos
al corazón de nuestra fe, más se espera ver nuestra unidad expresada en el entendimiento
de dicha fe. La iglesia al principio lo puso de esta manera: en lo esencial unidad, en lo no
esencial diversidad y en todas las demás cosas, amor.
La sana enseñanza incluye un claro compromiso con aquellas doctrinas que a mendudo
han sido descuidadas y que sin embargo son claramente bíblicas. Si tenemos que aprender
la doctrina sana de la Biblia, debemos llegar a términos en los cuales la doctrina puede ser
difícil, y aún más, que sea potencialmente divisiva, pero que son fundamentales para
el entendimiento del trabajo de Dios en medio de nosotros. Por ejemplo, la doctrina bíblica
de la elección es usualmente omitida por ser muy compleja o muy confusa. Aunque así fuera,
es innegable que esta doctrina es bíblica y muy importante. Reconociendo que pudiera tener
implicaciones de los cuales no entendemos completamente, no debe tomarse como algo de
poca envergadura decir que nuestra salvación está otorgada últimamente por Dios y no por
nosotros mismos. Otras preguntas importantes que también han sido descuidadas y en
las cuales la Biblia tiene respuesta son:
- ¿Son básicamente las personas buenas o malas? ¿Son principalmente sus necesidades de darles
ánimo y de levantar su autoestima, o tienen la necesidad de ser perdonadas y obtener una nueva vida? - ¿Cuál fue la obra que Jesucristo hizo al morir en la cruz? ¿Fue su obra tan solo una opción o fue
nuestro total sustituto? - ¿Qué sucede cuando alguien se convierte en cristiano?
- ¿Si somos cristianos, podemos estar seguros que Dios seguirá teniendo cuidado de
nosotros? De ser así, ¿Dependen sus cuidados de nuestra fidelidad o de la suya?
Todas estas preguntas no son meramente aspectos sencillos que deben ser tratados por libretos
teológicos o jóvenes estudiantes de algún seminario. Estos son aspectos importantes para cada
cristiano. Aquellos de nosotros que somos pastores sabemos cuán diferente sería el pastorear a
nuestro pueblo si cambiáramos muchas de nuestras respuestas a estas preguntas. La Fidelidad a
la Escritura nos exige que hablemos acerca de estos aspectos con claridad y autoridad.
El entendimiento que tengamos acerca de Dios según la enseñanza de la Palabra es de suma
importancia. El Dios de la Biblia es Creador y Señor, y aún así su soberanía algunas veces es
negada en la propia iglesia. El que los cristianos se resistan a creer en la soberanía de Dios
en la creación o la salvación es en realidad jugar con ideas paganas. Muchos cristianos pudieran
honestamente tener dudas acerca de la soberanía de Dios, pero, deberá preocuparnos, cuando
mantienen una fuerte y tenaz negación de la soberanía de Dios en estos antes aspectos
mencionados. Al bautizar a una persona con tales convicciones, es como bautizar a un corazón
que de alguna manera todavía tiene algo de incredulidad. El admitir así a una persona para ser
miembro de una iglesia es como reafirmarla que están confiando en Dios, cuando en realidad
no lo está.
Pero así como es de peligroso esta resistencia a la soberanía de Dios en cualquier cristiano,
es aún más en el liderazgo de una congregación. El nombrar a una persona como un líder que duda
de la soberanía de Dios o que no comprende seriamente la enseñanza bíblica en lo relacionado con
estos temas, es permitir que sea un mal ejemplo de alguien que en realidad no está decidido
a confiar en Dios de manera total. Un nombramiento de esa naturaleza limita el desarrollo de
la iglesia.
Hoy en día, nuestra cultura nos motiva demasiado a convertir el evangelismo en anuncios
publicitarios, explicando el trabajo del Espíritu en términos de mercadeo. Algunas veces hacen
de Dios una imagen humana. En tales tiempos, una iglesia saludable debe ser especialmente
cuidadosa para orar por líderes que tengan la comprensión bíblica total en su vida de la soberanía de
Dios y un compromiso a la sana doctrina en toda su gloria bíblica. Una iglesia saludable está marcada
por una predicación expositiva y una teología bíblica.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
1. Leer I Timoteo 6:3-5. ¿Cómo describe Pablo a la persona que enseña “la falsa doctrina”? ¿Por qué cree usted que fue tan importante para Pablo que Timoteo enseñara la “sana instrucción” y “la doctrina que se ciñe a la verdadera religión”?
2. El autor menciona varias doctrinas que una persona debe creer con el fin de llegar a ser miembro de una iglesia donde pueda servir. También menciona varios aspectos en los cuales los miembros gozan de una considerable libertad de creencias. ¿Cuáles son los puntos básicos que una persona debe creer con el fin de llegar a ser miembro en su iglesia? ¿Cómo pueden estas creencias distinguir a su iglesia de las demás del área donde se encuentra? ¿Cuáles son aquellos aspectos en los que su iglesia puede permitir cierta medida de libertad?
3. Algunas doctrinas que están claramente presentes en las Escrituras son ignoradas o descuidadas usualmente porque han sido objeto de controversia, muy difíciles o aún más, de división. ¿El que estas sean potencialmente controversiales es razón suficiente para omitir su enseñanza y conversación en nuestras iglesias? ¿Por qué sí? o ¿Por qué no?
4. El autor enlista cuatro preguntas en la página 19 las cuales usualmente no han recibido la atención que merecen. ¿Cómo cree usted que la Biblia contesta estas preguntas? Proporcione referencias bíblicas a sus respuestas.
5. Pablo escribe en Tito 1:9 que el líder de una congregación “debe apegarse a la palabra fiel, según la enseñanza que recibió”. ¿Cree usted que es importante para un pastor o anciano comprender y aceptar la
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