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Revision as of 15:29, 12 May 2009 by Marialuisa (Talk | contribs)
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1 Corintios 3:10-17

Demoliendo la Vanagloria

La semana pasada vimos que Pablo trata de vencer los celos y contiendas descritos en el verso 3 demoliendo la vanagloria descrita en el verso 4. La raíz de los celos y contiendas es el orgullo que gusta de obtener elogios indirectamente, jactándose de ser parte del grupo de otra persona: "¡Yo soy de Pablo!" "¡Yo soy de Apolos!"

Y la forma en que demuele esta vanagloria es comparando su propia obra y la obra de Apolos al trabajo que hacen los empleados de una granja. Uno es el que planta—este es Pablo. Otro es el que riega— Apolos. Pero solo Dios es el que da el crecimiento. De manera que Dios debe ser quien reciba la gloria, no los hombres. Comparado con la grandeza de la obra de Dios, nuestra obra no es nada. "¡Aquel que se gloríe, gloríese en el Señor!" ¡Espero que estemos entendiendo estos tres primeros capítulos de 1 Corintios!

Una Nueva Imagen de un Edificio

Al final del texto de la semana pasada, Pablo mencionaba otra imagen de la obra de Apolos y suya. Esta imagen le da otra oportunidad para poner a Cristo en el centro y advertir sobre cualquier enseñanza o actitudes que resten valor a su centralidad.

La primera imagen era la de una labranza de granos, Pablo y Apolos están plantando y regando. La nueva imagen de la que aun no hemos hablado es la de un edificio con Pablo y Apolos poniendo la fundación y luego sobreedificando.

Primero lo vemos en el verso 9: "Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, [esa es la primera imagen], edificio de Dios [esa es la segunda imagen]." En otras palabras, Pablo va de una imagen agrícola a una imagen arquitectónica. En la una, la iglesia es una labranza en donde unos plantan y otros riegan, en la otra, la iglesia es un edificio donde algunos ponen los cimientos y otros construyen la estructura.

Veamos el verso 16 y veremos que esto se confirma: "¿No sabéis que sois templo de Dios?" De manera que el edificio que Pablo tenía en mente en el verso 10 al decir "sois edificio de Dios" es un tipo de templo. La iglesia es como una labranza que crece y da fruto, y la iglesia es como un templo donde el Espíritu de Dios vive.

Cómo Usa Pablo la Imagen del Edificio del Templo

¿Qué es lo que Pablo quiere decirnos sobre este edificio del templo? Comienza en el verso 10: "Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica." Lo mismo que en el verso 6 dice, "Yo planté, Apolos regó"; aquí dice, "Yo puse el fundamento y otro sobreedifica." Poner el fundamento del edificio equivale a plantar la labranza, y edificar sobre el fundamento equivale a regar la labranza.

¿Qué es lo que Pablo va a hacer ahora con esta imagen de la iglesia? Nos va a decir

  1. Qué era el fundamento,
  2. Que hay mucha gente que quiere edificar sobre él,
  3. Que es mejor que sean muy cuidadosos con el tipo de materiales que usan para construir este templo,
  4. Y porqué.

La Floreciente Educación Cristiana en Corinto

Noten el final del verso 10: "pero cada uno mire cómo sobreedifica." Esta no es una advertencia solamente para Apolos sino más bien para todos los nuevos maestros que están surgiendo en Corinto alegando ser buenos constructores sobre los fundamentos que puso Pablo.

Veamos 4:15. Aquí Pablo introduce una tercera imagen de su obra al comenzar la iglesia y la obra de aquellos que vinieron después. "De hecho, aunque tuvieran ustedes miles de tutores en Cristo, padres sí que no tienen muchos, porque mediante el evangelio yo fui el padre que los engendró en Cristo Jesús."

Así que Pablo es un padre para la iglesia y los otros son los guías; él es quien pone el fundamento y otros son los que edifican; él es quien planta y otros son los que riegan. Lo que quiero recalcar es que ahora no es solo Apolos el que está en la mira sino "miles de tutores." En otras palabras, el programa de educación cristiana en Corinto ¡realmente está floreciendo! Hay abundancia de maestros y consejeros, guiando y enseñando sobre la vida Cristiana.

Lo que a Pablo le Preocupa y su Advertencia a los Maestros

Lo siguiente que debemos notar es que Pablo está realmente preocupado sobre lo que están enseñando—lo que están sobreedificando en este templo. De manera que les advierte que sean muy cuidadosos en la manera de construir. Verso 10b: "yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica." ¡Ahí está la advertencia!

Porqué los Maestros Deben tener tanto Cuidado

Luego comienza a dar las razones por las que deben tener tanto cuidado con los materiales que usan para construir la iglesia. El verso 11 dice, " Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo." ¿Ven la conexión entre el verso 10 (¡pero cada uno mire cómo sobreedifica!) y el verso 11 (¡Cristo es el único fundamento!)?

Lo que esto significa es que el fundamento debe controlar los materiales utilizados para la sobre edificación. De otra forma, la conexión entre los versos 10 y 11 no tiene sentido. Tendría sentido decir: ¡Miren qué tipo de ventanas utilizan porque el fundamento es Cristo! ¡Miren qué tipo de techo utilizan porque el fundamento es Cristo! ¡Miren qué tipo de cableado utilizan porque el fundamento es Cristo! Sí tiene sentido si el fundamento controla la forma y calidad del edificio.

El Fundamento y Cómo Sobreedificar

El punto es éste: solo hay un fundamento: Cristo. Y lo que él es controla la forma y la calidad de la iglesia. En otras palabras, lo que Pablo está haciendo con la nueva imagen de la iglesia como edificio es lo mismo que hizo con la imagen de la iglesia como una labranza. Está exaltando a Cristo como absolutamente preeminente. No solo es la base de todo y mantiene todo firme, su influencia debe ser completamente omnipresente.

¡A donde quiera que veas en la iglesia, donde quiera que alguien esté enseñando algo o edificando algo, debemos ver la marca de Jesucristo! Cualquier cosa que enaltezca a Cristo en su verdadera grandeza es oro, plata, y piedras preciosas; y cualquier cosa que reste valor a la totalidad de su verdad es madera, heno, y hojarasca.

Tres Consecuencias de un Edificio en Mal Estado

Lo que Pablo hace ahora es advertir a los pastores, maestros de escuela dominical, consejeros, padres, y todo tipo de discípulos, que hay tres peligrosas consecuencias de construir la iglesia con materiales que no resaltan la grandeza de Cristo, el fundamento.

1. Hace daño a la Iglesia

La primera consecuencia es que la iglesia será lastimada.
Verso 12: "Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,—la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día [del juicio] la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará."

En otras palabras, si sobreedificas la iglesia con doctrinas o actitudes o acciones que no concuerdan con el fundamento de Cristo, entonces el fuego del juicio al final de los días (que 1 Pedro 4:17 nos dice que comienza con la casa de Dios) quemará esa madera, heno, y hojarasca, y la iglesia será aminorada.

Debemos trabajar para edificar la iglesia con doctrinas, actitudes y comportamientos que den a conocer la prueba de fuego de oro, plata y diamantes para la gloria de Cristo.

2. El Constructor Pierde su Recompensa

La segunda consecuencia de un edificio en mal estado es que el constructor perderá su recompensa.

Verso 14: "Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego."

En otras palabras, es posible ser un cristiano y ser un maestro que haga daño a la iglesia. Los cristianos pueden estar equivocados con muchas doctrinas; pueden tener puntos ciegos en cuanto a su actitud; y pueden impartir esta madera, heno, y hojarasca a otros en su servicio cristiano solo para ver cómo todo se convierte en humo en el último día. Ninguno de nosotros escapará de este castigo, ya que ninguno de nosotros es un maestro, padre o consejero perfecto.

Pero qué vigilantes estaríamos al conocer bien nuestra Biblia y vivir de acuerdo con ella. Tal como Pablo dijo en 2 Timoteo 2:15: "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado [estudia], como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad." Nos avergonzaremos ese día, y se perderán recompensas por el mal estado de nuestra edificación sobre el incomparable fundamento de Cristo.

3. Destrucción de la Iglesia y de Nosotros Mismos

La tercera consecuencia de un edificio en mal estado es que se puede volver tan contrario al fundamento que puede destruir la misma iglesia en la cual servimos y a nosotros con ella.

Verso 17: "Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es."

Esto es algo terrible, y no es hipotético. Pasa todo el tiempo en todo lugar. Por ejemplo, sucedió repetidamente en Nueva Inglaterra hace 150 años. Las iglesias que alguna vez fueron evangélicas y tenían a Cristo como su fundamento tuvieron un pastor Unitario que al principio no declaró su tendencia abiertamente, pero comenzó a edificar una estructura que poco a poco cambió el edificio. En cuestión de años se podía ver que la estructura estaba tan desalineada con Cristo que ya no lo tenía como fundamento.

Como vemos, hay dos formas de remover un fundamento y destruir una iglesia. Una forma es atacar el fundamento directamente y destrozarlo. La otra es reformar el edificio lenta y sutilmente de manera que su contorno ya no se basa en el fundamento.

Pablo dice, si un maestro hace eso a la iglesia, pagará con su vida eterna: "Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él."

(Compare Hechos 20:26–27, "Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios").

Cómo se Aplica esto a Nuestras Vidas

Esto se aplica a nosotros así:

Estemos vigilantes para mantener a Cristo como el fundamento de nuestra iglesia.

Asegurémonos de que los bloques del edificio de nuestra doctrina sigan los bellos contornos de nuestro fundamento y no se desvíen tratando de construir un pequeño balcón a un lado sin ningún fundamento.

Analicemos las actitudes de nuestra iglesia y alineémoslas con el fundamento para ver dónde podemos estar fuera de línea y dónde necesitamos hacer correcciones.

Traigamos todos nuestros ministerios, todos nuestros planes de edificación y metas financieras de las próximas semanas y comparémoslas con nuestro fundamento, Jesucristo (que tenemos en la Biblia); y preguntémonos si encajan, si las líneas están emparejadas.

¡Dejemos que Cristo sea el único fundamento de la Iglesia Bautista de Belén! ¡Dejemos que su influencia sea totalmente omnipresente en todo lo que hacemos! Y a medida que llegamos a los NOVENTA, dejemos que el oro, plata y piedras preciosas no estén en nuestro santuario sino en nuestra doctrina y en nuestras vidas.

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