Why is Defending Male Headship Important for Church Health?/es
From Gospel Translations
Revision as of 21:54, 3 June 2008 by Jncsanchez99 (Talk | contribs)
Por: Bruce A. Ware
Bruce Ware es el decano asociado principal de la escuela de teología, y profesor de teología cristiana en el Seminario Teológico Bautista del Sur en Louisville, KY.
El complementarismo, en una oración importante, es central y no periférico, principal y no secundario. El complementarismo es el punto de vista de que Dios creó al hombre y la mujer iguales en su dignidad esencial y su personalidad humana, pero diferentes aun en su función complementaria, con dirección masculina en el hogar y la creencia comunitaria siendo entendida como parte del diseño creado por Dios. Al alegar que el complementarismo es en algún sentido central y principal, por favor considere lo que estoy y no estoy alegando. No estoy diciendo que la enseñanza de las escrituras de que solo los hombres pueden ser ancianos en la iglesia, o tener la dirección masculina y la sumisión de la esposa en el hogar, es doctrinalmente esencial y principal. No, yo reservaría la primicia doctrinal para las creencias cristianas primordiales, tales como la naturaleza del trino Dios, la expiación sustitutiva, justificación por fe solamente, la resurrección de Cristo y el regreso físico y literal de Cristo a la tierra en un futuro, eso es, aquello que afecta la mismísima verdad del mismo evangelio.
Esto no es para decir que el complementarismo entre hombres y mujeres no se relaciona en maneras importantes a estas doctrinas centrales. Efectivamente, la trinidad, por ejemplo, modela igualdad de esencia con diferencias de papel, cual igualdad y diferenciación son reflejo en el hombre como masculino y femenino. Y la expiación sustitutiva fue llevada a cabo por uno que libremente se sometió a la voluntad de su Padre, y así demostrar el gozo y la belleza de los dos, autoridad (el Padre que lo mando) y sumisión (el Hijo que fue obediente).
Es por esto que creo fuertemente en acusar a evangélicos igualitarianos como herejes. Aunque yo creo que los igualitarianos erran grandemente en su rechazo de la igualdad de esencia masculina y femenina y diferencia de papel, mientras que ellos sostengan las creencias en las doctrinas centrales (como las mencionadas anteriormente), la diferencia aquí no es en sí una separación de lo ortodoxo.
¿En que sentido entonces es el complementarismo bíblico central y primario para la fe cristiana? Yo creo que esta doctrina es estratégicamente central en defender La fe cristiana dentro de una cultura lista para adoptar los valores y creencias hostiles, en vez de la convicción evangélica ortodoxa. Al examinar los puntos de precio en los cuales nuestra cultura pagana reciente trata cada vez mas de derrocar el cristianismo, es claro que la línea de batalla no es, hoy día, primordialmente doctrinal. De repente en los días de ascendencia liberal, este era el caso, pero no es así hoy día. Uno puede hasta ponerse a meditar en la nostalgia de los días de gloria cuando los argumentos eran hecho en tales casos tales como la existencia de Dios, el nacimiento virgen de Cristo, la realidad de la resurrección, la veracidad de las escrituras, y así otras mas. En cambio, hoy en día, las áreas más importantes en las cuales el cristianismo esta presionado a ajustarse, es en temas de género y sexualidad. Los posmodernos y relativistas éticos les importan poco las alegaciones acerca de las verdades doctrinales; esto ellos lo ven inocuo, arcaico, e irrelevante para la vida. Lo que a ellos le importa, y con ganas, es si sus agendas feminista y tergiversación sexual son toleradas, aprobadas, y expandidas cada vez mas en un paisaje neo-pagano. Por que esto es lo que más a ellos les importa, es precisamente aquí que el cristianismo es más vulnerable. Perder la batalla aquí es exponer la Iglesia a crecientes capas de partida. Y de seguro, no tardará mucho hasta que lo ético parta por igual (la Iglesia cediendo a la presión feminista para ordenar a mujeres, por ejemplo) y ceda salidas aun mas a doctrinas centrales (interrogando si las escrituras inherentes patriarcado, dan un fundamentalismo sin confianza, por ejemplo). Yo encuentro instructivo cuando Pablo advierte acerca de la partida de la fe en los últimos días, el enlista primero compromisos éticos y la cauterización de las conciencias así como el preludio de una mayor escala de apostasía doctrinal (1 Timoteo 4:1-5).
¿No deberían los complementarianos y los igualitarianos simplemente ponerse de acuerdo para así estar en desacuerdo, para vivir y dejar vivir, como era? A un nivel, por supuesto que deberían. Como fue indicado anteriormente, el igualitarismo por si mismo no es una herejía. Aun así no debemos ser ingenuos acerca de la estrategia, exhortando a la iglesia por nuestra cultura secular elite y neo-pagana a irse lejos de unas guías bíblicas claras que se tenían hace mucho tiempo con respecto la masculinidad y la feminidad. Esta no es una materia de indiferencia. Hasta ya no ser que la iglesia siga de a lleno la agenda cultural en aceptar la incompetente y totalmente igualdad ministerial de práctica de mujeres con hombres, y al aprobar todas formas de expresiones sexuales como preferencias legítimamente iguales, no habrá ahí descanso para cristianos bíblicos, conservadores. De tal forma que para estar en “paz”, la tentación será de encuevarse. Cuando los insultos y las acusaciones calumniadoras se amontonen contra los cristianos conservadores, la presión estará en ellos para que se den por vencidos en los temas de genero y sexualidad. Después de todo, podemos pensar, que no hemos renunciado a nada central del evangelio. Pero lo que debe estar claro es que a medida que esto sucede, la iglesia establece un patrón de seguir la presión cultural y exhortar en contra de la autoridad clara de la palabra escrita de Dios. Cuando esto sucede, aunque los compromisos toman lugar en asuntos los cuales no son doctrinalmente centrales a la fe, la iglesia se convierte insensible al llamado radical de las escrituras y forma en cambio un paladar por elogios mundanos. Como Jesús enseñó, quien es fiel con poco, será fiel con mucho. Pero lo contrario también parece tener peso. Comprometerse en lo pequeño, hace camino para comprometerse en materias de más importancia.
Complementarismo, entonces, es central y no periférico, primordial y secundario -no doctrinalmente pero estratégicamente. Donde la Iglesia esta llamada a resistir las presiones culturales y mantener su compromiso a lo que es la verdad contracultural revelada, para nosotros hoy en cuestiones de género y sexualidad. Que Dios nos de su gracia para creer, abrazar y practicar la sabia, clara, y buena enseñanza de la palabra inspirada por Dios. Nada mas servirá el bienestar de la Iglesia, y nada menos guiará, en tiempo, a su fallecimiento