The Deliberate Church/Understanding the Regulative Principle/es

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Revision as of 20:10, 24 June 2008 by Kirstenyee (Talk | contribs)
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Contents

Introducción

Ahora que esta reunida la iglesia, ¿que debemos hacer cuando nos reunimos cada domingo por la mañana? ¿Cómo lo debemos hacer, y porque de tal manera? ¿Tiene sentido pensar en como “debemos” hacer las cosas en una reunión de adoración corporativa? ¿Nos proporciona la Biblia mas libertad que eso? En este capítulo pensaremos acerca de las razones bíblicas para permitir solo a la Escritura evaluar y estructurar nuestras reuniones de adoración.

El Principio Regulador

Brevemente, el Principio Regulador establece que todo lo que hacemos en una reunión de adoración debe ser claramente justificado por la Escritura. Una clara justificación puede tomar la forma de un mandamiento bíblico explícito o una implicación buena y necesaria de un texto bíblico . El Principio regulador históricamente ha competido con al principio Normativo, cristalizado por el ministro anglicano Richard Hooker. Hooker decía junto con Martin Lutero antes que el, que tanto mas una practica no esta bíblicamente prohibida, una iglesia es libre de usarla para su vida corporal y adoración. En pocas palabras, el Principio Regulador prohíbe cualquier cosa no ordenada por la Escritura, mientras que el Principio Normativo permite cualquier cosa que no este prohibida por al Escritura .
          Sería provechoso empezar con la nota irónica de D.A. Carson que “teológicamente los servicios serios y ricos de ambos campos a menudo tienen mas contenido común que cualquier otro lado generalmente reconocido.” Carson pasa a observar que “no existe ningún solo pasaje en el NT que establezca un paradigma para la adoración corporativa.” Estoy de acuerdo. Aun al guiar el pueblo de Dios en la adoración corporativa, estamos en cierto sentido atando sus conciencias a participar en cada parte del servicio. Tal atadura es solo legítima en la medida que tenga una advertencia escritural positiva, porque solo la Escritura es digna de atar la conciencia y la función como la regla final de fe y práctica. Sorprendentemente no, la Escritura esta repleta con ejemplos de Dios cuidando profundamente sobre el “como” es nuestra adoración corporativa.

La Adoración es el Propósito de la Redención

En múltiples ocasiones en Éxodo 3-10, la adoración corporativa se dice ser el propósito de la redención (3:12, 18; 5:1, 3, 8; 7:16; 8:1, 20; 25-29; 9:1, 13; 10:3, 7-11, 24-27). Si la adoración corporativa es el objetivo de la redención, entonces solo tiene sentido que Dios revele a Su pueblo redimido como quiere que le adoremos cuando nos reunimos. Y esto es exactamente lo que encontramos haciendo Dios cuando su pueblo llega al Monte Sinaí. ¿Sería Dios tan descuidado en dejar la obra de Su propósito en la redención a las imaginaciones de un pueblo idólatra (vea Éxodo 32)? No, de hecho, Dios había prometido en Éxodo 3:12 que el encargo de Moisés sería confirmado cuando Israel adorara a Dios en la montaña donde El se apareció en la zarza ardiendo. Dios escogió el lugar. Dios escogió el tiempo. Y cuando Israel llegó al Sinaí, Dios dio la bienvenida a Su pueblo en Éxodo 20-40 estipulándole los términos y procedimientos en que la adoración a El sería practicada. Para El, la adoración corporativa es demasiado fundamental para el propósito de la redención de Dios como para dejar los detalles concretos de ello a personas como nosotros.

A Dios le Importa Como El Pueblo Adoró en el Antiguo Testamento

Exodo 20:4. El segundo mandamiento deja claro que Dios tiene cuidado acerca de cómo Su pueblo le adora, no solo que lo adore solo a El. “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.” Dios prohíbe cierta forma de adoración, aun cuando esa forma sea dirigida en adoración a El.
          Exodo 32:1-10. Al hacer el becerro de oro, Israel estaba intentado crear una alternativa al sistema de adoración que Dios había revelado a Moisés en Éxodo 25-30 (Ex. 32:1-6). El celo y la reacción violenta de Dios indica cuan seriamente El se toma a sí mismo y a su adoración (Ex. 32:7-10). Nosotros no debemos adorarle en cualquier manera en que nos parezca correcta. Debemos adorarle en Sus términos, y en la manera en que El no lo ha revelado .

GABINETE DE ESTRATEGIA
  1. Lea 1 Corintios 14. ¿Qué puede observar aquí acerca de la dinámica de la adoración corporativa?
  2. Lea Levítico 10:1-3. ¿Qué fue lo que hizo que Dios se enojara de acuerdo al texto?

A Dios le Importa como El Pueblo Adoró en el Nuevo Testamento

Juan 4:19-24. Jesús le dice a la mujer en el pozo que la adoración Samaritana era inadecuada porque estaba basada en una perspectiva de Dios basada solo por el Pentateuco, y no de todo el Antiguo Testamento (“Vosotros [Samaritanos] adoráis lo que no sabéis” v. 22). Su sinceridad era necesaria, pero no suficiente. Su adoración era inadecuada porque la adoración aprobada es una respuesta a lo que Dios mismo se ha revelado ser; y si la adoración es una respuesta a la revelación, entonces debe estar de acuerdo a esa revelación . Jesús pasa a señalar que Dios esta buscando específicamente a aquellos que le adoren en “espíritu y en verdad” (v.24). En otras palabras, ellos adorarán a Dios por la morada del Espíritu de acuerdo a la propia revelación de Dios revelada en forma más plena en Jesucristo. Para nosotros, la sinceridad es esencial, pero no es suficiente. La adoración es regulada por la revelación.
          1 Corintios 14. En sus instrucciones acerca de la adoración corporativa, Pablo anima a la profecía sobre el hablar en lenguas (vv. 1-5). Pero si se habla en lenguas, “los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen” (v. 29). Sin embargo ¿como podrían medir lo que se dice en la asamblea sino solo por la balanza de la Escritura? Pablo pasa a razonar que: “…Dios no es Dios de confusión, sino de paz” (v.33). El carácter revelado de Dios tiene implicaciones directivas sobre como debemos adorarle. Lo que es aun más llamativo es que Pablo mismo por la autoridad apostólica concedida en él por el Espíritu, ¡esta regulando el como muchos profetas pueden profetizar al mismo tiempo por el mismo Espíritu! En otras palabras, la revelación apostólica dada a Pablo por el Espíritu esta regulando aun el como los dones carismáticos inspirados por el Espíritu son ejercitados en la asamblea corporativa. La adoración corporativa –aun la adoración carismática- es regulada por la revelación.


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