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1 Corintos 1:1-9

La importancia de quiénes somos con relación a Dios

En sus trece cartas, Pablo casi siempre comienza diciendo quién es él en relación a Dios y quiénes somos nosotros en relación a Dios. Esto es muy diferente de lo que vemos en la televisión. Comerciales de automóviles que quieren que veas tu vida en relación a las cosas que tienes. Comerciales de cerveza que quieren que veas tu vida en relación a las amistades que tienes en el bar. Comerciales de seguros de vida que quieren que veas tu vida en relación a tu familia, e incluyen escenas conmovedoras de la infancia, graduación, matrimonio, la primera casa, el primer hijo. Y cientos de jabones, desodorantes, shampoos y alimentos que quieren que veas tu vida en relación a tu cuerpo.

El Implacable Testimonio de las Escrituras

Pero la Biblia es implacable en algo: nos vuelve a llamar una y otra vez, no para negar la existencia de cosas tales como autos, amigos en la cafetería, o familias, o nuestros propios cuerpos, sino para dar a estas cosas su verdadero significado en relación a Dios. La Biblia define todo en relación a Dios. Todo tiene su verdadero significado o insignificancia en relación a Dios.

El autoconocimiento de Pablo

Verso 1: "Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios." ¿No les encanta la fuerza, solidez y claridad del autoconocimiento de Pablo? Él sabe quién es—Pablo, y no había nadie como él. Sabe porqué está aquí —para ser un apóstol de Cristo Jesús, un emisario, un portavoz con inspirada autoridad. Y sabe cómo llegó aquí—por la voluntad de Dios.

Él sabe de dónde viene—de un Dios cuya voluntad gobierna el mundo y guía las vidas de los hombres. Él sabe a dónde va—a hablar la verdad en nombre del Rey de Reyes y llamar a los hombres a someterse a su señoría. Él sabe quién es—Pablo, con una espina en su carne, con sus fallas en Romanos 7, con sus persecuciones y noches sin dormir, y con su fe sin amedrentar en el Hijo de Dios, quien lo amó y se entregó a sí mismo por amor a él.

Lo que quiere Dios para Todos sus Hijos

Yo creo que Dios quiere que todos sus hijos tengan ese tipo de autoconocimiento sólido, fuerte y claro. ¿Podrías poner tu nombre en el verso 1 con los cambios apropiados? ¡David, llamado por la voluntad de Dios a ser un administrador financiero para la gloria de Jesucristo! ¡Dennis, llamado por la voluntad de Dios a ser un abogado para la gloria de Jesucristo! ¡Judy, llamada por la voluntad de Dios a ser una maestra para la gloria de Jesucristo! ¡Ruth, llamada por la voluntad de Dios a ser una enfermera para la gloria de Jesucristo! ¡Noel, llamada por la voluntad de Dios a ser un ama de casa para la gloria de Jesucristo!

La Libertad de Ser Definido en Relación a Dios

Una tremenda estabilidad llega a tu vida cuando dejas que la Biblia defina quién eres en relación a Dios en lugar de dejar que el mondo defina quién eres en relación a las cosas, grupos, y a tu cuerpo. Saber de dónde vienes en relación a Dios, hacia dónde vas en relación a Dios, y en dónde estás ahora en relación a Dios, te hará libre.

No serás lacayo de la publicidad contemporánea. No serás esclavo de tendencias ni modas pasajeras. Cuando el mundo trate de sopesar tu decisión definiéndote en términos de un cuerpo, un carro o una cuenta que no tienes en el banco, no te llenarás de inseguridad, insatisfacción y avaricia; sino que te pararás como un ser independiente y libre, sabiendo quién eres en realidad y lo que tu vida realmente significa en relación a Dios.

La ayuda que este texto ofrece para este propósito

Prácticamente los nueve versos del texto de hoy tienen la intención de ayudarnos a saber quiénes somos en relación a Dios. Él mira el pasado para definir de dónde vienen estos cristianos. Mira el presente para ver cuál es su experiencia como cristianos. Mira hacia el futuro para ver de lo que pueden estar seguros como Cristianos. Esta mañana solo tenemos tiempo para ver el pasado y el futuro.

Las raíces de nuestro autoconocimiento centrado en Dios serán mucho más profundas si podemos responder estas dos preguntas:

  1. ¿Qué sucedió en el pasado que te convirtió en cristiano?
  2. ¿Qué sucederá en el futuro para que sigas siendo cristiano? 

1. Lo que sucedió en el Pasado

¿Qué sucedió en el pasado que te convirtió en cristiano?

Verso 2: "a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro."

Tres cosas sucedieron en el pasado que convirtieron a esta gente en cristianos.

  1. Fueron santificados en Cristo Jesús.
  2. Fueron llamados a ser santos.
  3. Invocaron el nombre del Señor Jesucristo.

Reflexionemos en esto brevemente.

Santificados en Cristo Jesús

Generalmente pensamos en la santificación como un proceso de toda una vida para hacerse más y más santo, más y más como Cristo (1 Tesalonicenses 4:3; Romanos 6:19; 1 Pedro 2:15f.). Pero este verso habla de esto como algo decisivo que ya ha sucedido en el pasado: " a la iglesia de Dios… a los santificados," es decir, a aquellos que "han sido", no "están siendo", santificados en Cristo Jesús.

Lo que este verso nos enseña, entonces, es que detrás y por debajo del proceso de santificación de toda una vida, hay algo decisivo que rompe con la vieja forma de incredulidad y pecado, y se alinea con la nueva forma de fe y obediencia. Esto es lo que sucedió que nos convirtió en cristianos.

Vemos esto nuevamente en 1 Corintos 6:9–11. "¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?" Luego da ejemplos de injustos: adúlteros, homosexuales, ladrones, avaros, maldicientes, estafadores, borrachos, etc. Y en el verso 11 dice: "Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios."

Aquí también la santificación está en pasado. Ha habido algo decisivo. Y tiene que ver con la experiencia: Eras un borracho, pero hubo un cambio decisivo. Eras homosexual, pero hubo un cambio decisivo. Eras avaro, pero hubo un cambio decisivo. ¡Fuiste santificado! Rompiste con el viejo estilo de vida y fuiste apartado para Dios.

Pero aquí surge un problema: ¿cómo se incluye este cambio decisivo dentro del proceso de convertirse en santo? ¿Cómo puede la santificación ser un cambio decisivo de lo viejo y al mismo tiempo ser un proceso continuo de limpieza? <span id="fck_dom_range_temp_1233672219375_530" />

El llamado de Dios y nuestro llamado

Dejemos que las dos siguientes descripciones de un cristiano en el verso 2 nos den la respuesta. Una es algo que Dios hace, y la otra es algo que nosotros hacemos. Dios nos llama a ser santos, y nosotros lo invocamos a Él para pedir su ayuda y salvación. Verso 2: “. . . a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos [esto es lo que Dios hace] con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro [esto es lo que nosotros hacemos]."

Hay una llamada decisiva a la santidad que Dios nos hace y una respuesta decisiva que nosotros damos al invocarlo a El. Un cristiano es una persona que ha sido santificada en estos dos sentidos:

  1. Dios nos ha traído para tener compañerismo con Jesús (esto es lo que significa ser llamado).
  2. Y nosotros respondemos rompiendo nuestra antigua lealtad hacia otros maestros e invocando a Cristo, su ayuda y guía en nuestra vida (esto es lo que significa invocar el nombre del Señor).

Estas dos cosas juntas—el llamado de Dios a nosotros y la invocación de nosotros a Cristo— esto es lo que significa convertirse en cristiano. Y eso es lo que significa ser santificado en este sentido inicial y decisivo.

De manera que no existe conflicto al decir que la santificación es un hecho pasado y decisivo y también decir que es un proceso continuo y presente. Al decir que es pasado y está hecho, queremos decir que Dios decisivamente me llamó fuera de la oscuridad y me puso en compañerismo con su Hijo, y en respuesta a su llamado yo decisivamente dejé aquello en lo que estaba confiando, y desde ese momento comencé a invocar a Jesús y a pedirle la ayuda y guía que necesito en mi vida. Esto es un rompimiento decisivo con lo viejo; es experimentar realmente el ser apartado para Dios. También deja mucho espacio para el crecimiento y progreso en la santidad actual (como se verá claramente mientras avanzamos en este libro).

Nuestro autoconocimiento cuando vemos hacia atrás

Así que, ¿cuál es nuestro autoconocimiento cuando vemos hacia atrás y nos preguntamos qué es lo que sucedió en el pasado que nos convirtió en cristianos? Esto: somos gente llamada por Dios para tener compañerismo con su Hijo, y debido a ese llamado, comenzamos a invocar a Jesús para que satisfaga nuestros deseos y nos libere de nuestros pecados. A esto se le puede dar muchos nombres bíblicos: nacer de nuevo, ser salvos, convertirse, hacerse discípulo, convertirse en una nueva criatura, recibir a Jesús, etc. En el verso 2 Pablo lo llama "ser santificados," o "ser santos." (La santidad no es un rango o un escalón de la Cristiandad, es simplemente un sinónimo de ser cristiano.)

Aclarando cuál es el llamado de Dios

Antes de terminar este vistazo hacia el pasado y ver quiénes somos como cristianos, debo aclarar cuál es el llamado de Dios. No se puede saber realmente lo que significa ser cristiano hasta que sabemos lo que significa ser llamados por Dios. No solo afectará tu comprensión de cómo te convertiste en cristiano, sino también tu actitud como cristiano ahora y tu esperanza para el futuro.

La meta del compañerismo con Jesús

En primer lugar, veamos el verso 9 donde aprendemos sobre la meta del llamado, es decir, el compañerismo con Jesús: "Dios es fiel, y Él te llamó a tener compañerismo con su Hijo, Jesucristo nuestro Señor." De manera que convertirse en cristiano significa ser llamado por Dios para tener compañerismo con su Hijo. Esta es la base bíblica de lo que queremos decir al hablar de una relación personal con Jesucristo.

Cuando preguntas a alguien "¿tienes una relación personal con Jesús?" lo que quieres decir es "¿1 Corintos 1:9 se ha hecho realidad en tu vida?" ¿Disfrutas de compañerismo con el Cristo vivo? ¿Están sus vidas tan unidas que tú tomas de Él perdón y fortaleza, esperanza, guía, y gozo, mientras que Él toma de ti fe y amor, oración y obediencia? Si es así, entonces has sido llamado.

No simplemente la predicación del Evangelio

¿Pero qué significa eso? Veamos los versos 23–24. "pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios."

¿Qué podemos aprender sobre nuestro llamado en estos versos? En primer lugar, aprendemos que el llamado de Dios no es simplemente para predicar el Evangelio. Pablo dice que hay muchos Judíos y Gentiles que escuchan su prédica y no son llamados. Él podría llamarlos. ¡Debería llamarlos! Pero a menos que Dios los llame, la predicación sería en vano.

De manera que el llamado de Dios es algo más que el llamado del hombre.

Un llamado que efectúa un cambio en el corazón

¿Qué es esto? Bueno, Pablo dice que cuando Dios nos llama, dejamos de ser ciegos al significado de la cruz. Dejamos de verla como una tontería, y la aceptamos como el verdadero poder y sabiduría de Dios. De manera que el llamado de Dios es un llamado que efectúa un cambio en el corazón. Despierta a los pecadores del sueño de la muerte. No simplemente invita, como lo hace el llamado del hombre, cambia a la gente, la convierte.

Alguien podría decir que esto suena a elección. Suena a que Dios es quien en última instancia escoge quién responderá al evangelio. ¿Es eso lo que significa el llamado de Dios? Si, y los versos 26ff. hacen explícita esta conexión con la elección.

"Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte". ¿Ven la conexión?: " Pues mirad, hermanos, vuestra vocación. . . lo necio del mundo escogió Dios…" Al decir mirad vuestra vocación, quiere decir miren a su alrededor quién está en la iglesia. Es el llamado lo que los llevó allá. Luego dice que éstos son los que escogió Dios. En otras palabras, el llamado de Dios es el resultado experimental de la elección de Dios.

Qué sucedió cuando Dios nos llamó

Tendremos mucho más que decir sobre esto. Por ahora, solo quiero que sepan lo que significa cuando digo que al ver nuestro pasado decimos que lo que nos convirtió en cristianos fue el llamado de Dios. Lo que quiero decir no es que El simplemente me invitó a tener compañerismo con su Hijo, o que simplemente me ofreció el compañerismo de su Hijo, sino que me buscó cuando yo no quise el compañerismo de su Hijo,

  1. Y desbarató toda mi resistencia,
  2. y abrió mis ojos para que pudiera ver la belleza de Cristo,
  3. y obtuvo de mi una libre y alegre sumisión a su Hijo, de manera que invoqué su nombre y fui salvo.

El llamado de Dios es la experiencia personal de ser escogido por Dios para tener vida eterna cuando yo era por naturaleza un rebelde y un hijo de la ira.

¿Esto hace alguna diferencia?

¿Por qué es esto importante? ¿Qué diferencia hace en tu diario vivir? ¿Son las doctrinas bíblicas de elección y del llamado efectivo solo para discusión de los teólogos, o hacen una diferencia en tu vida diaria?

Para responder esto, podría decirles que lean los versos 26–31! Pablo dice que miren su vocación. . . Dios escogió lo necio del mundo. En otras palabras, ¡piensen en este tema! ¡Considérenlo! ¡Consideren los caminos de Dios al hacer su elección y su llamado efectivo! ¿Por qué? El verso 29 dice "de manera que nadie se jacte en su presencia." O, en el verso 31: "para que el que se gloría, se gloríe en el Señor" podría hablar de estos versos con ustedes, pero eso será después de dos semanas.

Más bien, déjenme terminar haciéndoles la otra pregunta que planteé al comienzo.

2. Lo que sucederá en el futuro

¿Qué sucederá en el futuro para que sigas siendo cristiano?

La Tremendamente Práctica Doctrina del Llamado de Dios

La respuesta a esta pregunta nos mostrará qué tan práctica es la doctrina del llamado de Dios en nuestra vida diaria. Para aquellos que se toman en serio las cosas de Dios, uno de los temas más prácticos que enfrentamos es cómo podemos estar seguros de que tendemos la misma fe que tenemos hoy dentro de diez años. El capítulo 15 de este libro dice (vv. 1–2), "el evangelio que os he predicado. . . si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano." Colosenses 1:23 dice que nos presentaremos sin mancha frente a Cristo, "si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio." Sin perseverancia no seremos salvos en el día de Cristo—"el que persevere hasta el fin será salvo" (Marcos 13:13). ¿Pero qué hay de la seguridad? ¿Y sin seguridad, qué pasa con el gozo, y sin gozo, qué pasa con el amor, y el entusiasmo? ¡Este es un tema tremendamente práctico!

El Compromiso de Dios para Mantenernos como Creyentes

La respuesta se da en el verso 8 de nuestro texto: "Cristo os confirmará hasta el fin, [literalmente "confirmará"—los hará firmes y estables en la fe] para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo." En otras palabras, la seguridad del creyente no es que Dios lo salvará incluso aunque deje de creer, sino que Dios lo mantendrá creyendo—Dios te confirmará en la fe, hará que tu esperanza sea firme y estable hasta el fin. Hará que perseveres.

Esa es la promesa. Ahora, ¿cuál es la base de la promesa? El verso 9 nos lo dice: ¡Dios es fiel!

Pero, espera un minuto. ¿Por qué la fidelidad de Dios lo obligaría a hacer que yo continúe creyendo? Pablo nos da la respuesta en la siguiente oración: "fiel es Dios, quien los ha llamado." ¿Ves la conexión entre el llamado de Dios y la fidelidad de Dios? El punto de esta conexión es este: si Dios te ha llamado, entonces su fidelidad lo obliga a continuar—a continuar haciendo que perseveres en la fe. (Es igual en 1 Tesalonicenses 5:23f.) ¿Pero, por qué? ¿Por qué la fidelidad de Dios está en juego en la perseverancia de aquellos a quienes ha llamado?

Si el llamado de Dios es solo una invitación para venir a disfrutar del compañerismo con su Hijo, entonces la fidelidad de Dios no lo obliga a retenernos si tratamos de irnos. No, la razón por la que su fidelidad está en juego en nuestra perseverancia—la razón por la que Él se compromete a mantenernos en la fe—es porque su llamado es el resultado de que Él eligió que vengamos a la gloria. "A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó." (Romanos 8:29–30).
Lo que está en juego en nuestra perseverancia es el propósito de Dios de elegir (Romanos 9:11). Es por esto que su fidelidad está en juego. Si Dios nos ha escogido para Él (Efesios 1:4), si nos ha destinado para la gloria (1 Corintos 2:7), entonces su fidelidad lo compromete a mantenernos en la fe, pues fuera de la fe no hay compañerismo con Dios ni gloria.

¡Debes saber quién eres!

Esta mañana termino insistiendo en que debes saber quién eres en relación a Dios. Cuando mires hacia atrás, debes saber que eres llamado por Dios. Al ver hacia adelante, debes saber que Dios te mantiene. Lo que te sucedió que te convirtió en cristiano es el llamado de Dios. Lo que sucederá para que sigas siendo cristiano es la fidelidad de Dios. ¡Debes saber quién eres!! ¡Llamado por Dios! ¡Mantenido por Dios!

No digas esta mañana: no hay esperanza para mí porque no estoy entre los llamados. La intención de la libertad de Dios en el llamado de los pecadores es dar esperanza, no quitar esperanza. Significa que ninguno es demasiado malo. Ninguno es demasiado duro, ninguno se ha ido demasiado lejos. Dios es libre. Dios es rico con todos a los que llama. Vean qué amplio es el verso 2: " todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo." Todos los que invocan el nombre del Señor serán salvos (Romanos 10:13). Si puedes invocar, has sido llamado.

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